El motín de Aluche ha concluido tras más de doce horas de tensión. Los 30 inmigrantes argelinos que permanecían encaramados a la azotea han decidido volver a sus habitaciones.
J. E. Pflüger
Miércoles, 19. Octubre 2016 - 9:17
El motín en el CIE de Aluche estaba premeditado. Los 90 internos argelinos, de los 102 inmigrantes que actualmente residente en el centro, llevaban varias semanas preparando los incidentes para exigir el “cierre total” de las instalaciones que, finalmente, se ha saldado sin heridos. De hecho, varios agentes de la UFP alertaron al personal acerca de lo que estaba a punto de ocurrir a través de un correo electrónico.
Luis Valero Martín, coordinador regional de Madrid, avisaba al Comisario Antonio Martín Zaragoza que existían “serios indicios” de que “por parte de los internos de nacionalidad argelina se estaba preparando un amotinamiento y posterior evasión del centro, de forma muy similar a lo ocurrido en Murcia”.
Luis Valero Martín, coordinador regional de Madrid, avisaba al Comisario Antonio Martín Zaragoza que existían “serios indicios” de que “por parte de los internos de nacionalidad argelina se estaba preparando un amotinamiento y posterior evasión del centro, de forma muy similar a lo ocurrido en Murcia”.
“El amotinamiento se realizaría de forma inminente en los turnos de tarde-noche para lo cual tomarían como rehén a personal laboral a ser posible, y si no un funcionario de policía”, continúa el correo, que recuerda que los argelinos “han arrancado bancos metálicos del suelo con la finalidad de ser utilizados como arietes contra las puertas”. Para ello, desde la UFP hacen referencia “a la relación de efectos intervenidos últimamente en diversos huecos y escondites”.
La pasada semana se intervinieron en el interior del edificio varios punzones pequeños realizados con cepillos de dientes y dos de gran tamaño. Los inmigrantes destrozaron varias camas y fabricaron las armas artesanas en sus propias habitaciones. El personal del centro encontró estos objetos durante una de sus habituales pesquisas y alertó a las autoridades sobre ello.
Tras doce horas de tensión, finalmente el motín ha terminado y los internos han regresado a sus habitaciones. La principal reclamación de los inmigrantes era el cierre “inmediato” del centro de internamiento y su inmediata puesta en libertad. De hecho, en las imágenes colgadas en las diversas redes sociales podía verse a un argelino sujetando un cartel con la palabra “libertad”.
Publicado en La Gaceta
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