Mañana se celebra el Día de la Policía. La Unión Federal de Policía quiere felicitar a los policías que, de manera merecida, han sido condecorados. Dicho esto, tenemos que denunciar el incumplimiento doloso, por parte de algunos responsables policiales, del procedimiento aprobado en el Consejo de Policía para “clarificar” la inclusión de los policías en la Orden al Mérito Policial, ya sea para recibir una cruz con distintivo blanco o rojo (pensionada).
UFP no puede admitir que, por parte de algunos responsables policiales, se incumpla el procedimiento que, suponíamos, iba a dignificar un proceso que siempre trae polémica. Nos encontramos con una desproporcionada inclusión de medallas pensionadas en las Escalas Superior y Ejecutiva, en contraposición a las escalas Básicas y Subinspección, dando la impresión de una desmotivadora discriminación.
El carácter discrecional y gracioso de la concesión de las medallas debe ser controlado por el Director General de la Policía para que la intención de regular este proceso de concesión sea válido y no sólo para que la “participación” de las organizaciones sindicales sea la excusa perfecta para que algunos sigan haciendo lo que les da la gana y que, por supuesto, no contará con el beneplácito de la UFP.
Junto a la vergüenza de ver como algunos han sido “bendecidos” con medallas rojas y otros han sido excluidos de cualquier tipo de reconocimiento, nos encontramos con una nueva congelación salarial a los funcionarios que vuelve a sumar un nuevo porcentaje de pérdida de poder adquisitivo y que acumula más de un 25% en unos pocos años.
Resulta igualmente desmotivador que, al igual que a todos los funcionarios, nos vuelvan a congelar el sueldo. Los policías tenemos horarios partidos, trabajamos a turnos, en fin de semana, festivos, noches. Nuestra función conlleva una serie de peligros que merecen el único reconocimiento posible: el económico.
Es por ello que la UFP hace dos peticiones claras al Director General de la Policía:
1. Que exija a los responsables policiales que siguen incumpliendo el procedimiento de concesión de medallas que lo cumplan y evitar el bochornoso espectáculo de algunas condecoraciones.
2. Que empiece el proceso de negociación para el reconocimiento de nuestra profesión mediante el establecimiento de un plus económico que singularice la labor policial.
Madrid, a 1 de octubre de 2.013
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